Se trata de neoplasias benignas derivadas de las glándulas sudoríparas.
Éstas lesiones benignas se desarrollan después de la pubertad, y aumenta de número en la primera parte de la vida adulta. Las mujeres se afectan más que los hombres. Se suele heredar la tendencia a tenerlos.
Clínicamente se manifiestan como pápulas del color de la piel normal sobre todo en los párpados ( y en el párpado inferior mucho más ) aunque también pueden aparecer en las mejillas, las axilas, el torax anterior, el abdomen, el ombligo, y en la vulva. Las lesiones son asintomáticas, estables en tamaño y aspecto, y persistentes.
Pueden plantear diagnóstico diferencial con : Queratosis seborreica, hiperplasia sebáceas, verrugas comunes, verrugas planas, xantelasma, tricoepitelioma.
El diagnóstico se basa en la clínica, la dermatoscopia, y en la en la realización de biopsia cutánea que da el diagnóstico definitivo si hubieran dudas.
Son lesiones benignas que sólo precisan tratamiento por motivos estéticos. Los tratamientos actuales tienen una eficacia moderada o escasa y tienen el riesgo de cicatrización inadecuada.