LUPUS ERITEMATOSO

El lupus eritematoso es una enfermedad con una amplia gama de manifestaciones, desde lesiones cutáneas crónicas solitarias en el lupus eritematoso cutáneo crónico, hasta lesiones polimorfas generalizadas en el lupus eritematoso cutáneo subagudo, y hasta la afectación de múltiples órganos en el lupus eritematoso sistémico.

El origen se debe a un problema de auto inmunidad en que células del organismo atacan diferentes estructuras del cuerpo porque las reconocen como extrañas.

La enfermedad tiene un claro predominio femenino. Diferenciamos tres formas de lupus eritematoso:

LUPUS ERITEMATOSO CUTÁNEO CRÓNICO: Se caracteriza por la aparición de lesiones cicatriciales y atróficas preferentemente en caray cuero cabelludo. Puede producir alopecia cicatricial que es irreversible. Los pacientes no presentan ningún síntoma de afectación sistémica.

LUPUS ERITEMATOSO SUBAGUDO: encontramos lesiones anulares y algo escamosas localizadas preferentemente en el tronco. Destaca la gran sensibilidad al sol que presentan estos pacientes. La mitad de estos pacientes pueden presentar síntomas de afectación sistémica.

LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO: Presentan diferentes tipos de lesiones cutáneas, como son las úlceras orales, el exantema malar en alas de mariposa, lesiones por foto sensibilidad o lesiones discoides. El principal problema de estos pacientes recibe en su afectación sistémica, principalmente del riñón.

El diagnóstico se sospecha clínicamente, pero ha de ser confirmado mediante biopsia cutánea. Se procederá también a un amplio estudio analítico e inmunológico.

En el tratamiento es fundamental una estricta protección solar. Los corticoides tópicos, el tacrolimus tópico, son de primera línea para las formas leves. En casos de mayor afectación, disponemos de los antipalúdicos, los retinoides y los corticoides orales. Todos estos tratamientos requiere un estrecho seguimiento clínico.