La urticaria crónica es la aparición recurrente o diaria de ronchas durante un período mayor de seis semanas. En los niños, la urticaria crónica es menos frecuente que la aguda. Se trata de un trastorno no relacionado con la atopia, y en la mayoría de los casos no se puede determinar la causa que la produce, por lo que se considera idiopática. Algunas hipótesis sugieren que se podría tratar de una reacción idiosincrásica contra alimentos o aditivos y sus colorantes, aunque esto no se ha podido demostrar de forma fehaciente. También se propone el origen autoinmunitario, debido a que es frecuente que se asocie con la presencia de anticuerpos antitiroideos. En la urticaria crónica las ronchas son pruriginosas, con bordes sobreelevados palpables, de tamaño variable y, por lo general, redondas. La biopsia cutánea revela infiltrados perivasculares de células mononucleares.
Es una reacción aguda, pruriginosa, habitualmente generalizada, secundaria a múltiples causas, que cursa con lesiones rosadas evanescentes (habones o ronchas). Las causas más frecuentes de las urticarias son: infecciones (en las que la urticaria aparece como cuadro reactivo a la misma), ingesta de pescado crudo o marisco y toma de nuevos medicamentos. En un gran porcentaje de las urticarias no puede identificarse ningún factor causal, se dice entonces que son de causa idiopática.
La erupción se caracteriza por la presencia de ronchas rosadas generalizadas que típicamente aparecen y desaparecen en pocas horas, para volver a aparecer nuevamente en otras localizaciones. El picor suele ser intenso. Este cuadro puede prolongarse desde pocos días hasta varias semanas.
La urticaria puede ir asociada de angioedema (edema de tejidos blandos, habitualmente los labios y párpados), edema de úvula o edema de lengua. Un pequeño porcentaje de urticarias pueden tener repercusión sistémica en forma de sintomatología gastrointestinal o dificultad para respirar o tragar. En estos casos será necesario un tratamiento hospitalario urgente.
El diagnóstico se realiza clínicamente. Si la urticaria se ha relacionado con alimentos ingeridos o toma de nuevos fármacos, está indicado un estudio alergológico. En caso de varios episodios de urticaria sin causa conocida, puede estar indicado un estudio analítico para discernir el posible origen.
El tratamiento de las urticarias se basa en los antihistamínicos orales. Existen antihistamínicos de primera generación (son sedantes y más potentes) y de segunda generación (no producen somnolencia pero son menos potentes). Suele bastar con la toma de un antihistamínico cada 12 horas mientras dure la urticaria.
En casos extensos o con angioedema, pueden ser necesarios los corticoides orales, que deberán mantenerse unos días y posteriormente disminuir la dosis paulatinamente hasta retirarlos.
En casos con dificultad para respirar o para tragar, una verdadera urgencia, debe instaurarse rápidamente un tratamiento hospitalario con corticoides y adrenalina.
Esta NOTA INFORMATIVA, no es más que un complemento a las explicaciones que me ha solicitado en la consulta.
Espero que le sean de utilidad para comprender mejor su cuadro clínico.