Consiste en la aparición de lesiones blanquecinas asintomáticas, consecuencia de la exposición solar crónica. Tiene una incidencia superior al 50% de individuos, y su frecuencia aumenta con la edad. Se manifiesta sobre todo en extremidades.
Son como las primeras «goteras»que nos van apareciendo en la piel. Son zonas de nuestra piel que ya tienen poca capacidad para pigmentarse. Están siempre pero se notan más cuando la piel está bronceada, pues el contraste es mayor con las zonas de la piel que si tienen capacidad de pigmentarse.
Acromías puntiformes o lenticulaes e incluso mayores (1-2 cm), asintomáticas, sobre todo en superficie anterior de las piernas y brazos.
El diagnóstico es clínico. Su aspecto es muy característico. Se puede realizar biopsia si existen dudas de diagnóstico diferencial con otra entidades (p.e. morfea, vitíligo, micosis).
No existe tratamiento. No obstante, su repercusión es sólo cosmética.